Colindante al convento de los Carmelitas Descalzos se encuentra la iglesia de Santa Maria della Scala. En esta iglesia, como anexo, se puede encontrar una de las farmacias más antiguas de Roma, conocida como la farmacia de los papas: hablamos de la Spezieria de Santa Maria della Scala.
Desde el S XVI, los monjes transformaban algunas de las hierbas cultivadas en el huerto del convento en la Spezieria para su uso propio. Sin embargo, fue a partir del S XVII cuando la farmacia se abre al público y se amplía su cometido con la investigación y la docencia, que se impartirá tanto a laicos como religiosos que deseen saber sobre el arte de la botica.
Actualmente, en la planta baja se atiende a los clientes que buscan medicinas modernas pero también se puede visitar el segundo piso, que mantiene la apariencia del S XVIII: la sala de ventas con sus mostradores y gabinetes, los estantes de madera sobre los que se encuentran los recipientes y herramientas originales, el almacén, el laboratorio… un emblemático lugar donde parece haberse detenido el tiempo.
